Joint venture arremete en el mercado de logística refrigerada y congelada de alimentos en Chile
Una inversión de 250 millones de dólares, en los próximos 5 años, es la que pretende realizar en Chile, en logística y cadena de suministro de alimentos refrigerados y congelados, el joint venture internacional conformado por Patria Investments y Americold.
Esta alianza contempla tanto la adquisición como construcción de plantas en Santiago y otras regiones de Chile, con altos estándares de calidad, sostenibilidad y eficiencia energética, generando un positivo impacto en la industria alimenticia, la segunda de mayor relevancia en el país, después de la minería.
Patria Investments, de origen brasileño, es uno de los líderes en gestión alternativa de activos en Latinoamérica, con más de 30 años de experiencia en Private Equity, Infraestructura, Real Estate y Crédito. Patria cuenta actualmente con diez oficinas en algunos de los principales centros financieros del mundo, incluido Chile. Hizo su debut en Nasdaq, USA, en el año pasado.
Por su parte, Americold, con sede en Atlanta, Estados Unidos, es una empresa que cotiza en bolsa, centrada en la propiedad, operación, adquisición y desarrollo de almacenes con temperatura controlada. La firma tiene presencia en Chile desde 2020, al adquirir la empresa frigorífica Icestar, siendo ésta la marca que se mantendrá en el país.
Con esta alianza, se pretende en el plazo de 5 a 7 años, tener el 20% del mercado nacional, convirtiéndose en el número 1 en logística de frío.
“Chile es un mercado relevante para nosotros por su nivel de desarrollo e ingreso per cápita. Esto lleva a un consumo de productos congelados y refrigerados muy alto por persona comparado con otros países, a lo que se debe sumar las exportaciones”, indica Francisco Moura, CEO de este joint venture.
Añade que Chile en logística de frío tiene una capacidad total de 3,4 millones de m³, estando en la región solo detrás de México que tiene 7,4 millones de m³ y Brasil con 15 millones de m³. “Lo que se mueve en materia exportadora de salmones y berries es enorme, teniendo también relevancia la pesca, los mariscos, vegetales, hortalizas, carnes, lácteos, entre otros”.
La idea -indica- es atender con un servicio fuertemente tecnologizado al mercado importador y exportador, a productores de alimentos, minoristas, mayoristas y distribuidores, “para que los alimentos mantengan su sabor, todas sus propiedades nutritivas y lleguen seguros a las mesas de las familias en Chile y a los mercados internacionales”.
Se buscará un trabajo bien coordinado e integrado de almacenaje, movimiento de mercancías, recepción de carga, servicios de picking, carga y despacho de contenedores, transporte, distribución, co-packer y otros. “Pienso que vamos a lograr un antes y un después en beneficio para la industria”, expresa el ejecutivo con vasta experiencia en logística refrigerada en Brasil y miembro del Board de International Association of Refrigerated Warehouses (IARW).
En Chile, a través de Icestar, ya se inició este 2022 el proceso de inversión con la expansión de la planta en Quilicura que considera cerca de US$ 20 millones y que, el próximo año, permitirá agregar 12.500 posiciones de pallets, alrededor del 50% de lo que ya se tiene en la actualidad.
A nivel latinoamericano
Chile forma parte de una estrategia mayor a nivel latinoamericano. En efecto, este joint venture considera realizar una inversión total de US$ 750 millones en el período de 5 a 7 años, en México, y diversos países de Centro y Sudamérica.
Al igual que en Chile, en el país azteca se planea realizar una inversión similar de US$ 250 millones, mientras que el otro tercio del monto se reparte en el resto de los mercados de la región.
“El objetivo que nos planteamos como grupo, a nivel regional, es crear una plataforma líder en logística refrigerada y congelada en Latinoamérica, lo que implica alcanzar una capacidad de almacenaje de 4 millones de m³, equivalentes a 500 mil posiciones de pallets, menciona el ejecutivo.
Al igual que en Chile, en otros países también se plantea el crecimiento a base de adquisiciones y construcción de nuevas instalaciones.
“Entre los beneficios para la región está el ampliar y modernizar la capacidad instalada de almacenes frigoríficos, invirtiendo en las principales regiones productoras, consumidoras, exportadoras e importadoras de alimentos congelados y refrigerados del continente, y atendiendo a supermercados, cadenas distribuidoras, food services, y la industria de alimentos en general”, indica Moura.