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Mario Steta de Driscoll’s habla sobre desafíos por Covid 19, modificación de consumo y oportunidades post pandemia

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Mario Steta de Driscoll’s habla sobre desafíos por Covid 19, modificación de consumo y oportunidades post pandemia

La industria frutícola global se ha visto impactada en varias escalas a raíz del Covornavirus. Desde cómo se ha modificado el consumo, hasta el cambio en la afluencia de mano de obra y las modificaciones a las instalaciones, el Covid-19 ha marcado un antes y un después en el sector.

PortalFrutícola.com habló con Mario Steta Gándara, Vicepresidente y Director General de Driscoll’s para América Latina sobre los desafíos que ha generado la pandemia del Covid 19; el impacto en la industria de berries; las consecuencias que ven a largo plazo para el sector; y el rol de las empresas dentro de la comunidad en la que se desarrollan, especialmente en tiempos como los actuales.

Te invitamos a que leas la primera parte de la entrevista enfocada en los desafíos que ha enfrentado Driscoll’s y las consecuencias para el sector.

*Las preguntas y respuestas han sido editadas para facilitar su lectura.


PF: ¿Cómo ha enfrentado Driscoll’s la pandemia de Covid 19?

MS: Yo creo que como todos lo primero ha tenido que ver con entender la magnitud y la dimensión del problema. En el caso de México en lo particular, hubo mucha complejidad porque el gobierno ha sido muy ambiguo en la forma que ha presentado el problema; llevó mucho tiempo en que hubiera una posición del Gobierno Federal para determinar las acciones a tomar y la dimensión del problema.

En el caso de Driscoll's, antes de que el Gobierno estableciera medidas, nosotros como empresa -y muchas empresas del sector- habíamos ya tomado medidas que empezamos a implementar. Y con lo que nos enfrentamos en una etapa era que como el mensaje que escuchaban lo trabajadores del campo era del Gobierno, cuando le pedíamos al trabajador que siguiera ciertos lineamientos, el trabajador nos cuestionaba, y nos llegó a suceder con frecuencia que el trabajador no daba importancia a las medidas que tomábamos.

Entonces lo primero fue trabajar de manera muy cercana para convencer a la gente de que existe un problema y de que las medidas se hagan importantes en la dimensión que las tenemos que llevar.

Nuestro sector es uno donde el tema de la inocuidad tiene años, y muchas medidas ya existían. Era simplemente intensificar algunas de las medidas y por el otro lado implementar algunas medidas nuevas.

En donde vimos mucho conflicto fue en el área del transporte, porque tuvimos que implementar acciones para disminuir la cantidad de gente; implementar cuestionarios para verificar que al subirse no fueran con algún síntoma y eso a la gente le generó mucha duda. La otra parte tuvo que ver con el tema de la hora de los alimentos. Tuvimos que separar a la gente y tuvimos que pedir que también la gente no compartiera instrumentos lo que también generó mucha duda.

Entonces lo primero fue tener claridad en términos de las medidas, de ahí era el monitorear la implementación de dichas medidas y yo creo que la otra parte era hacerle ver a la gente que esto era un problema que venía evolucionando y que lo que hoy establecíamos como una medida no necesaria, por ejemplo: cubrebocas, eventualmente se volvió un requerimiento.

Otra cosa que es importante mencionar es que mucho de lo que hemos desarrollado y logrado ha implicado un trabajo muy cercano con organizaciones como el Consejo Nacional Agropecuario, Aneberries, etc.

PF: ¿Qué acciones se han tomado ahora, que impactan el cómo se va a trabajar en el futuro?

MS: Primero, yo percibo que vas a ver un esfuerzo adicional de automatización de los procesos que puedan ser automatizados. Esto puede ser a nivel de campo y a nivel de frigoríficos o de selección de frutas; que insisto, ya se venía dando por la escasez de mano de obra.

Ahora va a ser algo contrastante, porque no vamos a tener un problema de mano de obra, desafortunadamente por los próximos 2 o 3 años, en la magnitud del impacto de este problema.

Segundo, vas a tener que implementar todas las medidas de prevención que tienen que volverse ya parte del estándar de trabajo. No son medidas coyunturales, no son medidas de corto plazo, tenemos que asumir que todo lo que tiene que ver con organización de los espacios, con las medidas de prevención por inocuidad, van a ser parte normal.

Todo este tema de transporte del personal, todas las medidas de acceso a los campos, a las instalaciones van a generar una dinámica mucho más restrictiva y eso va a tener consecuencias en términos de, por ejemplo, el seguimiento de la implementación de procesos. Cómo resolvemos el poder visualizar ese cumplimiento va a ser un reto importante.

Tercero, vas a ver también un uso mucho más cotidiano, inclusive en nuestro sector, de herramientas tecnológicas. Nosotros ahora estamos teniendo que recurrir a instrumentos donde estás mostrando videos de las cosas, y pareciera que algunas de estar herramientas están resultando relativamente efectivas, para poder cumplir con esta situación.

Vamos a tener que invertir más dinero. Los costos de inversión y de operación van a aumentar.

Vas a tener más personal, porque va a haber que limpiar más los equipos y las superficies y las instalaciones; o porque efectivamente la separación de la gente te va a implicar tener más personal y eso va a implicar un costo mayor.

Una gran duda que todos tenemos es si el mercado va a estar dispuesto a absorber estos costos adicionales.

Y yo creo que ahí otra consecuencia que deriva de esto es que, si había un reto en términos de eficiencia y productividad, ese reto se eleva ahora todavía más.

PF: ¿Ha habido un impacto a nivel de industria en términos de producción?

MS: Ha habido como dos o tres etapas en lo que es producción.

La primera tenía que ver con si iba a mantenerse viable y abierta la posibilidad de que toda la cadena de suministro operara. Cuando empieza la crisis una de las grandes dudas era si iba a haber algún impacto en términos de comercio y de todos los mecanismos que permiten que el comercio suceda.

La segunda tuvo que ver con el mercado, qué iba a suceder con el consumo. A medida que la crisis empezaba a elevarse la inquietud era qué va a pasar con la distribución de alimentos y con la compra de alimentos.

En las primeras semanas vimos un incremento en el consumo, y después un desplome muy fuerte. Esa etapa finalmente pasó y hoy lo que percibimos una recuperación que tuvo que ver con cómo se ordenaron las cadenas de supermercados en EE.UU.

La tercera tuvo que ver con la percepción de riesgo, en términos de la salud de los operadores. Aquí hubo dos elementos, vimos una etapa donde parte del problema tenía que ver con trabajadores migrantes, a los que les dio miedo que no pudieran regresar a sus comunidades de origen. La segunda etapa, a fines de marzo, donde faltó gente, porque estaban preocupados por regresar a sus comunidades o por el riesgo de operar en grupos grandes de gente.

La situación cambió muy fuerte por dos motivos, uno: porque la gente se dio cuenta que estábamos tomando medidas de prevención muy fuertes para efectivamente evitar el riesgo. Y lo otro, es que desafortunadamente y por varias semanas, tenemos gente que al perder su empleo está volcándose a las pocas actividades que se mantienen viables y la agricultura es una de ellas.

La gran oportunidad que tenemos todos en el sector, es precisamente hacer ver que sí somos una alternativa viable, buena, atractiva para toda esta gente que siempre había desdeñado a la agricultura como una actividad profesional.

Hoy te puedo decir que ves ya una relativa estabilidad en términos de la parte productiva y cómo esa parte productiva está ligada a la parte del mercado y consumo.

Sin duda ha habido una disminución del consumo, y lo veo reflejado en términos de demanda y en términos de precios. Nosotros tuvimos, y lo digo abiertamente, un periodo de dos o tres semanas, en el que limitamos el volumen que estábamos enviando de México, precisamente en la idea de poder cuidad el balance entre la oferta y la demanda.

Yo creo que el siguiente reto es eso, que todos entendamos si el consumo va a cambiar y en qué forma. Sí, por ejemplo, el tipo de valor agregado que generamos, el tipo de empaque que utilizamos se va a mantener.


Te invitamos a leer la segunda parte de esta entrevista, donde Mario Steta se refirió al impacto en la cadena logística, el packaging, las relaciones con la comunidad y el rol de las empresas en la sociedad.

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