La última campaña de uva de mesa española, que finalizó a inicios de noviembre de 2019, se desarrolló de manera normal. Sin embargo, dejó importantes avances en cuanto a la apertura de nuevos mercados.

De acuerdo a lo informado por el presidente ejecutivo de la Asociación de Productores – Exportadores de Frutas, Uva de Mesa y Otros Productos Agrarios (APOEXPA), Joaquín Gómez, a PortalFrutícola.com, durante la campaña se abrieron los mercados a China y Vietnam; comenzando con los pequeños envíos entre septiembre y octubre.

Gómez comentó que “abrir nuevos destinos es importante para nosotros, porque es lo que nos permitirá crecer en el futuro”.

De la misma manera, el presidente ejecutivo informó que también están iniciando las gestiones para abrir el mercado de Tailandia, entre otros.

“Estamos con una serie de mercados nuevos que, en principio, son pequeños pero que sumándolos todos son importantes”, comentó.

Por el momento, los principales mercados para la uva de mesa española se encuentran en la comunidad europea; con Inglaterra y Alemania encabezando las importaciones.

Última campaña y proyecciones

Según lo indicado por Joaquín Gómez, en la última campaña de uva de mesa española hubo una disminución en la producción de aproximadamente un 7% más bajo de lo esperado.

A pesar de ello, Gómez, señaló que la campaña se desarrolló de manera exitosa y normal. Comentando que la uva de mesa de España se caracteriza por la calidad e innovación en nuevas variedades.

Recalcó que es muy pronto para entregar proyecciones certeras con respecto a la temporada de 2020, que comenzaría en junio.

No obstante, puntualizó que esperan que las condiciones climáticas los acompañen y que, si “todo va bien, esperamos una cosecha normal superior al 15% con respecto al año anterior”.

Nuevas variedades

Finalmente, Gómez comentó que uno de los puntos fuertes en la industria de la uva de mesa española es la reconversión de nuevas variedades.

La región de Murcia es líder en la investigación en nuevas variedades de uva de mesa, a través de programas de mejora genética de la vid y renovación varietal.

“Tenemos variedades propias de uvas sin semilla de última generación”, comentó. Recalcó que también son un ejemplo en cuanto a innovación en variedades en otras partes del mundo.

Es esto, a su parecer, lo que también diferencia a la uva de mesa española del resto de los competidores.

En cuanto a hectáreas, según Gómez, geográficamente no es muy viable seguir creciendo. No obstante, el avance en la reconversión sigue siendo importante.