Estudio: Los “cultivos perdidos” podrían haber alimentado a tantas personas como el maíz

Destacados Más Noticias
Estudio:  Los “cultivos perdidos” podrían haber alimentado a tantas personas como el maíz

Una investigación realizada por la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, determinó que en conjunto los “cultivos perdidos” (cultivos antiguos del sistema agrícola de indígenas) podrían haber producido suficientes semillas para alimentar a tantos indígenas como el maíz cultivado.

Una de las investigadoras y profesora asistente de Arqueología en Artes y Ciencias de la Universidad de Washington en St. Louis, Natalie Mueller, explicó que para llegar a tal conclusión se calcularon las estimaciones de rendimientos para dos plantas anuales que se cultivaron en el este de América del Norte durante miles de años y luego fueron abandonadas.

Las plantas fueron el pie de ganso ( Chenopodium, sp.) y el knotweed erecto ( Polygonum erectum) y se concluyó que, en su conjunto, son más productivos que el crecimiento de una planta sola.

Es así como, plantados en tándem, junto con los otros cultivos perdidos conocidos, podrían haber alimentado a miles.

Sobre los cultivos perdidos

Los “cultivos perdidos” son un pequeño, pero diverso grupo de pastos nativos, plantas de semillas, calabazas y girasoles; de los que, actualmente, solo se cultivan las calabazas y los girasoles.

Antes de que llegaran los europeos al continente, ya existía un sistema de cultivo único que es conocido a través de las evidencias de la arqueología.

Es por esto, que el estudio de estos antiguos cultivos podría proporcionar información valiosa sobre los sistemas agrícolas indígenas para así potenciar los actuales.

Según la investigación, existen pruebas de que muchos de ellos se cultivaron con atención e intencionalmente.

Es decir, no fueron cosechados de manera libre en la naturaleza, sino que siguieron instrucciones para realizarlo.

“Existen muchos nativos americanos profesionales en el conocimiento de la etnobotánica; agricultores y personas que saben de plantas medicinales y de alimentos silvestres. Su conocimiento es realmente importante”, explicó Mueller.

Sin embargo, Mueller recalcó que “no hay personas que tengan conocimiento sobre los cultivos perdidos y cómo se cultivaron”.

Afirmó que puede haber comunidades o individuos que sepan sobre los cultivos perdidos, pero que, de cualquier manera, es imposible hablar con las personas que los cultivaron.

Es por esto que, con el grupo de investigación, intentaron descifrar y reconstruir la experiencia de estos antiguos cultivos. “Eso significa que no hay invernaderos, ni pesticidas, ni fertilizantes especiales”, comentó.

Afirmó que "no solo tienes las plantas, sino también todo lo que viene con ellas; como los insectos que las polinizan y las plagas que las comen. Las enfermedades que las afectan. Los animales que atraen y los dispersores de semillas".

El aporte de la investigación

Mueller descubrió que un policultivo de pie de ganso y knotweed erecto es más productivo que cualquier cultivo por separado como monocultivo.

Es decir, en conjunto, las dos plantas tienen rendimientos más altos que los promedios globales para cultivos domesticados estrechamente relacionados; como, por ejemplo, quinua y trigo sarraceno.

"La razón principal por la que estoy realmente interesada en el rendimiento es porque hay un debate dentro de la arqueología sobre por qué se abandonaron estas plantas", explicó Mueller.

Comentó que las personas solo asumieron que el maíz es mucho más productivo, porque es el que se cultiva actualmente, y que por eso los otros cultivos habrían sido abandonados.

Por ello, en la investigación intentaron cuantificar el rendimiento del experimento realizado con su equipo para así comparar directamente el rendimiento de los cultivos perdidos con el maíz, por primera vez.

Sin embargo, solo obtuvieron estimaciones de rendimiento para dos de los cinco cultivos (pie de ganso y knotweed erecto); pero no para maygrass, pequeña cebada o sésamo.

Actualmente, el equipo sigue motivado en la investigación de los “cultivos perdidos” , ya que quieren saber de sistemas agrícolas más diversos.

“Querer ver el conocimiento y la gestión de los pueblos indígenas reconocidos; y la curiosidad sobre cómo eran los ecosistemas de América del Norte antes de que tuviéramos este sistema de agricultura industrial”, concluyó.

Más información sobre esta investigación, publicada en la revista Journal of Ethnobiology, aquí. 

Suscríbete a nuestro Newsletter