Las abejas silvestres serían claves al momento de lograr un mayor y mejor rendimiento de los arándanos, de acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Vermont.

El estudio indicó que se obtendrían bayas más gruesas (+12%), mayor cantidad (+12%), consistencia del tamaño (+11%) y de maduración más rápida, reportó la universidad.

“Otros estudios han explorado los efectos de las abejas en el rendimiento de los arándanos, pero éste es el primero en demostrar que los polinizadores también pueden mejorar la calidad de los cultivos”, comentó Charles Nicholson, quien dirigió el estudio como estudiante de doctorado en el Instituto de Gund para el Medio Ambiente de la UVM y en la Escuela de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Miami (UVM).

La investigación, que involucró nueve granjas de berries, arrojó que las abejas silvestres podrían aumentar la producción en hasta un 36%, o aproximadamente 136,000 dólares por año, para una granja de berries de tamaño medio, mientras que en otras el beneficio sería cercano al 6%.

“Este estudio destaca el trabajo menospreciado que hacen las abejas silvestres”, afirmó Nicholson, señalando que dos tercios de los cultivos más importantes del mundo se benefician de la polinización de las abejas, incluyendo el café, el cacao (para el chocolate) y muchas frutas y verduras.

“Sin ellas, los agricultores tendrían que buscar la polinización en otro lugar, pagando altos costes de alquiler para traer abejas, por ejemplo.”

El equipo polinizó a mano las plantas de arándanos en los nueve emplazamientos de investigación, utilizando cepillos de dientes eléctricos para imitar la polinización de los abejorros, y luego “pintó” el polen recolectado en más de 5.000 flores de arándanos con cepillos pequeños.

Al comparar la producción de las flores que recibieron la polinización artificial, con las ramas polinizadas naturalmente, notaron que la diferencia entre las dos condiciones reveló el “déficit de polinización” de cada zona y la cantidad en la que la producción podría mejorarse con un aumento de los polinizadores silvestres.

“Muchos agricultores no se dan cuenta de que pueden estar limitados por un número insuficiente de polinizadores, al igual que pueden estar limitados por el agua o los nutrientes”, señaló Nicholson. 

“Este estudio demostró, una vez más, que la protección de las poblaciones de abejas silvestres ofrece importantes beneficios a nuestra economía agrícola”, remarcó el coautor del estudio Taylor Ricketts, director del Instituto Gund para el Medio Ambiente de la UVM.

“Mantener ecosistemas saludables puede ser tan importante como proveer fertilizante o agua”.

Por ello, el equipo de la UVM destacó que mantener una alta proporción de hábitat natural de abejas alrededor de las granjas puede ayudar, así como usar menos pesticidas.

Las pequeñas acciones de los propietarios de viviendas también pueden ayudar, como cortar menos el césped, plantar flores silvestres nativas y poner 'cajas de abejas', que se asemejan a las casas para pájaros, pero que son para las abejas nativas silvestres.