Fenómeno El Niño, un posible alivio a la sequía de California

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Fenómeno El Niño, un posible alivio a la sequía de California

Imágenes satelitales de la NASA de El Niño mostraron un enorme parecido con el que se produjo en 1997-98, con el fenómeno climático llegando a Estados Unidos y posiblemente dando alivio a la sequía de California.

Fotografía: NASA

Fotografía: NASA

En un comunicado, el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la agencia espacial dijo que El Niño no muestra señales de debilitamiento, con un dramático calentamiento de la superficie del océano Pacífico central y tropical.

La NASA dijo que el evento de este año había causado el adelgazamiento de la capa de agua caliente que se junta alrededor de Australia e Indonesia, provocando una masiva redistribución de una gruesa capa de agua tibia hacia América.

La agencia destacó que los efectos secundarios ya se habrían sentido en India, con olas de calor debido al retraso del monzón, con sequía en Sudáfrica, inundaciones en Sudamérica y una temporada récord de huracanes en el Pacífico tropical este.

La NASA espera que muchos de los impactos del fenómeno sean percibidos en Estados Unidos a principios de 2016.

“En 2014, el actual El Niño jugó con nosotros”, dijo Josh Willis, científico de las misiones del satélite Jason en JPL. “Pero a principios de 2015 las condiciones atmosféricas cambiaron, y El Niño de a poco se expandió en Pacífico este y central. A pesar que la altura del nivel del mar en 1997 era más intensa y llegó a su peak en noviembre de ese año, en 2015 el área de zonas altas es más grande. Esto podría significar que no hemos visto todavía el peak de este El Niño”, agregó.

De todas formas, el evento podría ayudar temporalmente a California, esperando mayores reservas de agua. “El tema del agua para el oeste norteamericano en la pasada década ha sido dominada por la sequía”, dijo el meteorólogo del JPL Bill Patzert.

Agrega que “los niveles de reserva han caído a niveles récord, pero ahora nos estamos preparando para ver el otro lado del ciclo, con la llegada de lluvias y nieve”. Pese a todo Patzert advierte que los El Niño no son un “mata sequías”.

“Mirando hacia el verano, podríamos estar celebrando el final de El Niño. Podría ser seguido por una La Niña, que traería los efectos contrarios al clima mundial”, sentenció.

Impacto en Chile

El fenómeno de El Niño se encuentra en pleno desarrollo. Se espera que alcance su máximo entre diciembre y enero y empiece a declinar en el primer semestre de 2016.

No hay seguridad de su posterior evolución debido a lo “atípico” que ha sido su desarrollo a la fecha. Según el Centro Internacional de Investigación del fenómeno de El Niño, CIIFEN, la intensidad y el impacto de El Niño están siendo potenciados por dos factores, el primero es la intensidad y duración de la fase positiva del índice de Oscilación Decadal del Pacífico (PDO, sigla en inglés) que lleva 14 meses y el segundo, el hecho de que 2015 ha sido el año de mayor calentamiento global.

De lo que pase en los meses posteriores dependerá su impacto en la actividad agropecuaria en las diferentes zonas de Chile. En la zona central ya tuvo un impacto moderado dada su aparición con cierto retraso para la época de lluvias (junio-septiembre). Sin embargo, un fenómeno intenso en los meses de verano e inicios de otoño puede provocar importantes déficits hídricos tanto en el Altiplano del norte como en la zona sur de Chile.

Todo esto sumado a un aumento de las temperaturas máximas en la zona central con efecto en el desarrollo de los cultivos, especialmente frutales y en un aumento del riesgo de incendios forestales. Globalmente, el actual ciclo de El Niño estaría impulsando un alza de precios de “commodities” agrícolas como el aceite de palma, el azúcar y los lácteos, debido a su presencia que produce sequías intensas en extensas regiones de Oceanía (incluida Australia) y América Central.

No obstante, analistas de mercados internacionales conjeturan que al presente Fenómeno, lo seguiría, a fines de 2016 o comienzos de 2017 un Ciclo de “La Niña” (lo que ocurrió en 11 de las 15 últimas ocasiones según la Oficina Meteorológica de Japón) y que tendrían efectos inversos en cuanto a las precipitaciones en diferentes partes del mundo, como es un aumento de las precipitaciones en Oceanía y América Central pero la reaparición de la sequía en área productivas de EE.UU., Canadá y Sudamérica.

Hasta la fecha el Fenómeno de El Niño ha impactado en Chile de manera acotada pero positiva, especialmente entre Atacama y Biobío.
En el caso de los frutales, dependiendo de la especie, variedad y ubicación geográfica, han sido afectados durante la primavera por condiciones de bajas temperaturas que han incidido en una floración irregular y un desarrollo disparejo de los frutos, lo que puede traer problemas en calibres y calidad en general. Esto mismo, unido a la baja acumulación de horas de frío puede llevar a un atraso en las fechas de cosecha, especialmente en variedades tardías.

La recuperación de las precipitaciones, almacenamiento de nieve en la cordillera y de agua en los embalses permiten el desarrollo de una temporada agrícola y, específicamente de riego, dentro de límites de normalidad. Las precipitaciones de octubre y noviembre han llevado a su nivel anual cercano a la normalidad o con déficits por debajo de una escasez que genere mayores problemas.

www.portalfruticola.com / Con información de Minagri y NASA

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