Descubren comportamiento de larva que daña al lulo

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Descubren comportamiento de larva que daña al lulo

Científicos identificaron factores clave que permitirán controlar la plaga de la larva perforadora

Neoleucinodes elegantalis Lepidoptera- Crambidae (Guenée) es el nombre de la plaga que mayor daño causa en los cultivos solanáceos como el lulo. La larva, presente en el continente americano y en 18 localidades de Colombia ha estado bajo investigación y ya se ha descubierto su comportamiento de perforación y tiempo de permanencia antes que penetre el fruto, informó la Agencia de Noticias UN.

Fotografía casanare.gov.co

Fotografía casanare.gov.co

Primero, la hembra deposita sus huevos en la superficie del fruto, los cuales al romperse dejan salir larvas neonatas que se desplazan hasta encontrar un lugar adecuado para perforar. Una vez hallado el lugar, las larvas perforan el fruto y se acomodan dentro de él, donde se alimentan y crecen.

De acuerdo a la profesora María Rosario Manzano, de la Universidad Nacional de Colombia (UN) en Palmira, estas larvas, al alimentarse del endospermo y mesocarpio del fruto, causan un tremendo daño a nivel fisiológico, lo cual repercute directamente en las ganancias de los productores.

“Desafortunadamente, el control del insecto se basa en aplicaciones de mezclas de plaguicidas tipo 'calendario' que contaminan el ambiente, ponen en riesgo la salud del productor, del consumidor y aumentan los costos de producción”, dijo.

Y es que la larva, al encontrarse dentro del fruto, hace que los controles químicos no sean eficientes ya que sólo podrían dañar a las larvas neonatas que se encuentren en la superficie del fruto. Esto, dependiendo del tiempo que esté expuesta a los plaguicidas.

A raíz de lo anterior, Manzano dirigió el proyecto del estudiante Samuel Molina Sandoval para así determinar en larvas neonatas, factores clave como los eventos de perforación del fruto y su duración, con lo cual establecerá un programa de manejo.

Para llevar a cabo la investigación, recolectaron frutos de lulo infestados con estas larvas los cuales llevaron al Laboratorio de Entomología y Acarología de la Universidad Nacional de Colombia. Las hembras –luego de la cópula- fueron expuestas a frutos para su oviposición.

“Observamos que la larva neonata se desplaza en la superficie del fruto para buscar el sitio apropiado para perforarlo. Los eventos de comportamiento fueron similares en frutos con y sin tricomas; la larva se desplaza y palpa la superficie, y cuando encuentra un sitio adecuado, con su aparato bucal, empieza a raspar y a dejar el producto del raspado a un lado”, comentó la investigadora.

Así, la larva perfora el fruto introduciendo su cabeza, a la vez que comprueba la calidad de éste. Si es de su agrado, ingresa por completo al fruto. Cabe señalar que desde el momento en que la larva comienza a raspar la superficie, va dejando sus excrementos en ella.

Raspar, cavar, dejar el material excavado a un lado y defecar toma el 85% del tiempo de la larva en ambos tratamientos. Mientras que palpar el fruto, rasparlo y dejar desechos tardó un tiempo significativamente mayor en frutos con tricomas (761,27seg, 2892,49seg y 32,49 seg., respectivamente). Por otra parte, en aquellos sin tricomas las larvas tardaron 322.48 seg; 741.89 seg y 19.37seg, respectivamente.

En comparación con otros frutos, el estudio reveló que el tiempo de permanencia y perforación de la larva de N. elegantalis en el lulo fue mayor que la reportada en el tomate (51,1 min) y la razón se centraría en que la cáscara del lulo es más gruesa que la del tomate.

“La aplicación de medidas de control de la larva se limitaría entonces de 2 a 2,8 horas, mientras permanece en la superficie del fruto. La mayor parte del tiempo, la larva, lo invierte en la perforación, lo que derivaría información química de restos vegetales mezclados con saliva y excrementos y podría atraer enemigos naturales potenciales”, concluyó Manzano.

www.portalfruticola.com

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