Cerca de 20.000 agricultores se congregaron el martes en la capital brasileña para apoyar un proyecto de reforma al Código Forestal que debilita la protección sobre ecosistemas considerados vitales como la Amazonia y el Cerrado.

El proyecto tiene enfrentados a ambientalistas y grandes productores rurales, que pretenden que el Código Forestal actual, vigente desde 1965, sea modificado para abrir más espacio a la producción agrícola.

"Diputados y senadores, voten a favor de Brasil, voten para generar empleo en el campo. Digan sí al nuevo Código Forestal", rezaba una manta exhibida por manifestantes cubiertos con capas y bolsas plásticas para guarecerse de la persistente lluvia que caía en Brasilia.

El reclamo de los agricultores es para que el Congreso apruebe el proyecto de reforma al código elaborado por el diputado Aldo Rebelo, del Partido Comunista de Brasil, pero rechazado por ecologistas por considerar que debilita la protección del medio ambiente.

La propuesta de Rebelo reduce las áreas de preservación permanente que protegen las orillas de ríos, lagos y reservas de agua. El código actual exige 30 metros de la vegetación en esas áreas, mientras que la propuesta de reforma pide reducirlo a 15 metros.

Al mismo tiempo, reduce las áreas de reserva legal de bosque que los productores rurales deben mantener en sus propiedades. En el caso de la Amazonia, 80% de las propiedades deben ser preservadas y 20% abiertas a la producción, mientras que en la sabana tropical conocida como Cerrado, la protección es de 35%.

Para Rebelo, esa área de protección debe ser reducida a 50% en la Amazonia y a 20% en el Cerrado, mientras que productores con terrenos de 400 hectáreas o menos estarían exentos de cualquier tipo de preservación.

Su iniciativa irritó a los ambientalistas porque también elimina la obligación de que los propietarios recuperen áreas deforestadas ilegalmente, como cumbres de cerros, márgenes de ríos y nacientes de agua.

"No existe reserva legal en ningún país del mundo. Si fuera comprobado que hace bien al medio ambiente, debería ser internacionalizado", reclamó la senadora Katia Abreu, presidenta de la Confederación Nacional de Agricultura (CNA), que agrupa a los grandes productores rurales. "Sólo Brasil tiene reserva legal", agregó.

Los ambientalistas han alertado que los cambios podrían abrir las puertas a una mayor destrucción de la Amazonia y otros ecosistemas.

El gobierno teme que esa potencial deforestación comprometa la capacidad de Brasil de cumplir sus metas de reducción de emisiones de gases causantes del calentamiento global.

La propuesta defendida por el sector agrícola brasileño fue aprobada el año pasado por una comisión especial del Congreso y los grandes productores quieren que sea votada cuanto antes en el plenario de las dos cámaras legislativas.

Organizaciones ambientalistas convocaron a una manifestación el jueves en Brasilia para presionar a los legisladores a oponerse a la reforma al Código Forestal propuesta por Rebelo.

Fuente: Yahoo noticias