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Columna: Macri, Argentina y la Industria Agrícola

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Columna: Macri, Argentina y la Industria Agrícola

Por José Miguel Gómez, Ingeniero Comercial Especialista en Finanzas y Derivados y colaborador en AgroTV

Argentina ha decidido modificar su rumbo, y por estrecho margen pasó de una firme doctrina izquierdista, a un sistema liberal y pro mercado, o al menos es eso a lo que aspira el nuevo jefe de gobierno.jm-gomez-2016-FOTO-253x300

Macri

No es un aparecido en la palestra nacional argentina dado que logró gran notoriedad como presidente del Club Atlético Boca Juniors desde 1995 hasta 2007, época dorada del club, pero esa es sólo una de las cartas que ha hecho a Macri un personaje de peso. La familia Macri es uno de los conglomerados económicos más grandes en Argentina, comparable per cápita al grupo Angelini en Chile; sus inversiones van desde reciclaje, fármacos, industria agrícola e incluso inmobiliaria. El patrimonio neto que bajo juramento dijo tener el 2015 fue de 52 millones de pesos argentinos (26% más que el año anterior). Ingeniero civil, político, empresario y dirigente deportivo, asumió el cargo de presidente el 10 de diciembre de 2015. Previamente fue diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y seguido jefe de ese distrito por nueve años. El 2005 unifica los partidos Recrear, Partido Federal y Compromiso para el Cambio (siendo este último instituido por el actual presidente) creando “Propuesta Republicana”, con el que ganó los comicios.

Visión económica y Cambios Agrícolas

Previo a asumir, se puso en movimiento una campaña del terror aludiendo a que por ser de la “vereda de enfrente” terminaría con todos los programas de ayuda y solvencias que se crearon en el gobierno de Cristina K., a lo cual respondió de forma clara durante su campaña, diciendo que nada de esto se cambiaría en demasía, pero que sí otros métodos ocupados en la administración anterior tendrían que ser evaluados.

Uno de los elementos que es de extrema preocupación para los exportadores es su moneda. Rogelio Frigerio (Ministro de Interior, Obras Públicas y Vivienda) dictó que no se devaluaría el peso artificialmente, dado que impactaría de manera negativa en la capacidad adquisitiva que se tiene de parte de la ciudadanía, y encarecería los costos de renovación de maquinaria y elementos básicos importados por la industria agrícola. Aunque sí lo haría en relación al dólar; lo veremos más adelante.

La exportación también estaba de cierta manera constreñida por elementos que la misma Casa Rosada imponía para asegurar, desde su punto de vista, el abastecimiento nacional. En respuesta, Macri rebajó el Impuesto al campo donde la soya, oro verde argentino, pasó de un 35% a un 30%. Se finiquitaron las declaraciones anticipadas de importaciones, donde se tenía que aclarar cuánto, cómo y en qué medida estas operaciones se realizarían, en donde además en cada parte del proceso existía un cobro impositivo o retención.

Otro de los cambios, fue la eliminación de los controles y retención a las exportaciones, aplicada por Néstor Kirchner en 2008, que desató grandes huelgas en patronales agrarias. Ejemplos de retenciones son el 23% al trigo y el 20% al maíz. También se terminó con las retenciones a las exportaciones industriales.

Las proyecciones que se escuchan en la industria son alentadoras. Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), estimó un aumento en un 30% en la siembra de trigo y maíz, ya siendo Argentina el 4° productor mundial de este último cereal (25 millones de toneladas). De hecho, el presidente trasandino dictó dentro de su discurso que Argentina va a dejar de ser el granero del mundo para pasar a convertirse en el “supermercado del mundo”, es decir, que no exclusivamente se incentivará el commodity, sino que también se enfatizará en el valor agregado. Para esto, se impulsará el mayor plan de infraestructura para el agro en la historia del vecino país, queriendo con esta medida duplicar la actual producción. Acá se describe en una frase lo que significa el campo para Macri:

"No es el campo o la industria, el campo o el país; es el campo y la industria, el campo y el país. Sin el campo, el país no sale adelante. Yo sé que acá hay un maravilloso espíritu emprendedor".

-Mauricio Macri-

Dólar

Desde el año 2011, por la imposibilidad de ingresar a los mercados internacionales, dada la deuda con los acreedores, el mandato de Cristina Fernández restringió las transacciones de dólares en Argentina, para evitar la sangría de reservas de dicha moneda en el Banco Central de la Nación trasandina, creando en consiguiente el CEPO Dólar de cambio fijo (precio dictado desde la casa rosada) y de compra controlada.

Al tomar las riendas, el nuevo gobierno se propuso liberar el precio de la moneda estadounidense a uno flotante (que lo determine el mercado), esto para eliminar lo que se llamó el “dólar blue”, es decir, dólares de mercado negro. Una vez hecho esto, el valor de la moneda verde aumentó de manera ostensible, aunque dentro de los márgenes que se estimaba de parte del ejecutivo (entre un 30 a 40%), llegando a tranzarse a 15 pesos argentinos. El dólar alto permitirá incentivar a la industria a producir más, vender más y exportar.

Relación con Chile y su efecto

Chile es el tercer socio comercial de Argentina detrás de Brasil y China, donde los principales productos agrícolas importados hacia territorio nacional son carne de bovino deshuesada (fresca o refrigerada), residuos de extracción de soja, maíz, habas (porotos, frijoles) y aceites de vegetales. El comercio bilateral de Chile-Argentina se vio mermado durante el mandato de Cristina K.; al estudiar el periodo 2009 – 2014, el total de importaciones desde Argentina disminuyó un 18%.

Este espaldarazo que recibirá la agricultura del otro lado de la Cordillera de los Andes, dado los aportes estatales, impactaría fuertemente en la industria nacional. Si hablamos puntualmente del maíz, el panorama no es para nada alentador. El 2014 en Chile habían 9.500 hectáreas plantadas, que equivalían al 78% de la producción nacional, pero se espera que el 75% de ellas dejarán de producir hacia 2017 por los precios que se observan. Este valor que se cancela por el maíz bajará aún más por el volumen que anteriormente se retenía en Argentina y que ahora se posicionará en mercados internacionales. También se verán afectadas las habas y los aceites vegetales.

Analizando estos antecedentes, se debe estar atento al quehacer del gigante vecino, ya que podríamos encontrar mejores oportunidades para la importación y exportación. También será importante la claridad del marco regulatorio en el contexto bilateral, cuestión trascendental a la hora de querer mantener relaciones comerciales exitosas.

Fotografía principal: Shutterstock.com

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