Pese a las preocupaciones por el exceso de oferta en la Unión Europea (UE) debido a la prohibición comercial de Rusia, un gran productor portugués de pera no tiene planes de desviar algunos de sus frutos a otros mercados durante la próxima temporada, ya que cree que la situación debería resolverse pronto. 

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Armando Paulo, CEO de Frutus, comentó a Portalfruticola.com que los envíos a uno de sus principales destinos -Brasil- no superarían la marca actual del 40%. En el caso del mercado ruso, espera que este pueda abrirse lo antes posible.

"Brasil es uno de nuestros principales países, pero no podemos vender más de lo que ya hemos hecho. Estaremos ahí, pero no vamos a presionar porque si impulsamos las cantidades los precios bajarán", dijo Paulo.

"Creemos que es cuestión de tiempo, y tal vez lo mejor que se puede hacer es esperar cuatro o cinco semanas y las cosas estarán bien. Tal vez los rusos tendrán una enorme necesidad de fruta”, comentó.

"Así que nuestros planes se basan en que las cosas entre Europa y Rusia mejorarán en cuatro o cinco semanas, y luego no sé si incluso tendremos suficiente fruta para abastecer a Rusia", añadió.

Frutus colabora con 16 productores, quienes tienen una producción total de 18,000 toneladas métricas (TM) anuales.

Paulo admitió que, dada la situación, la estrategia de marketing fue “en otro sentido” desde el punto de vista de muchas personas, pero dijo que estaba bien que no todos los negocios siguieran el mismo camino.

"Creo que el problema de Ucrania tendrá un final, y algunas personas piensan que este final tendrá lugar en el plazo de un año, o cinco meses, o la próxima semana. Nosotros creemos que será dentro de cuatro o cinco semanas", dijo.

"Todos estaban exportando a Rusia hace dos meses, y entonces ocurrió el problema de Ucrania. Todos los conflictos tienen un final. Yo no creo que sea posible que estos problemas continúen por mucho tiempo, porque necesitan comer”, declaró.

“No podemos estar siempre preocupándonos por varios frentes”, indicó.

El CEO de Frutus explicó que la estrategia de la compañía era tomar los nuevos problemas con calma, sin poner en peligro las ganancias debido a la pérdida de un sólo mercado.

"No vamos a perder dinero durante uno o dos meses, porque si vendemos las peras a un precio menor del que ya se venden, luego no seremos capaces de hacer dinero. Así que lo que vamos a hacer es cerrar las puertas un poco y vender a menos gente, entonces vamos a tener tiempo", dijo Paulo.

"Tenemos mucho tiempo en nuestras vidas para hacer las cosas bien. No es que estemos siendo optimistas, es que debemos tener cuidado. No podemos perder dinero sólo porque hay un problema. No voy a vender todo a un precio más bajo", aseveró.

Una temporada sombría

Además de la prohibición rusa y las posibles consecuencias que ésta tendrá en los mercados de la UE, Paulo dijo que la situación de mercado en Brasil no ha sido positiva en todo este año debido a una producción global más alta de lo normal.

"No es buena [la situación?]. Hay mucha gente ahí. Fue un mal año para todo, para las ciruelas, nectarines, durazno, manzanas", dijo.

"La temporada pasada fue un año perfecto en términos de precios, esta temporada ha sido muy mala", puntualizó.

Paulo añadió que la industria portuguesa de pera añadía nuevas plantaciones todos los años, por lo que estaba viendo un aumento de la producción de alrededor de un 5-7% anual.

El país sólo cultiva una variedad, la Rocha. Paulo explicó que esto se debía a que es la preferida entre los consumidores locales, además de obtener los mejores rendimientos en los mercados de exportación.

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